Cómo convivir con la rendilla o "mosca negra"… se acabaron los picotazos!-)

Yendo al grano, bien untadicos con leche corporal que tenga una buena proporción de geraniol (recientemente nos han recomendado que usemos alguna crema que no lleve parabenos por pesar sobre ellos la sospecha de ser cancerígenos) podréis estar en los parques, las piscinas y las terrazas de la ribera en Zaragoza sin temor a picotazos… ebroGARANTIZADO! Como mucho os rondarán bien pesadas si el atardecer les es propicio… pero moscardones pesados siempre han existido!-). Dado que las cremas hidratantes antes de la exposición al sol pueden incrementar los efectos de éste, si vamos a estar expuestos al astro rey se puede optar por otros sistemas basados en geraniol que no tienen nada que ver con cremas, como pulseras por ejemplo.

Otras personas están muy contentas con los sistemas basados en lavanda, que es otro repelente natural, respecto a la mosca negra. También basadas en la lavando o espliego hay pastillas que duran semanas y tienen un radio de acción de 2 m, se llevan colgando de la mochila o del cinturón. Se pueden comprar estas esencias (lavanda, geraniol) a precios muy económicos… e incluso las puedes hacer tú mismo!-)

Nos han entrevistado varias veces en los medios de comunicación para hablar de este asunto, así que si lo prefieres puedes escucharnos en la entrevista del programa «Esta es la nuestra» de Aragón Radio. Dado que tal vez no te fíes de unos informadores que son parte interesada en el asunto, puede ser interesante que escuches lo que dicen los navegantes que nos han acompañado últimamente por el Ebro y que han comentado en dos posts sobre este tema en nuestro facebook:

Por otro lado, es conveniente saber identificar a la «rendilla» para que no paguen justos por pecadores (cuántos insectillos habrán sido ya víctimas de nuestra ciega ira!-) y saber cuál es la causa de su presencia y su proliferación en algunas zonas del Ebro y en especial en Zaragoza capital. En tiempos ya hablamos sobre los macrófitos sumergidos o «berrudas», con los que se asocia la presencia de la rendilla o mosca negra, en este enlace de nuestra web. Vamos ahora a revisar y ampliar un poco esa información…

La mosca negra se asocia a las plantas sumergidas, ya que son el hábitat preferido por sus larvas acuáticas. Las plantas en general necesitan 3 cosas para desarrollarse: Luz, agua y nutrientes. Esta reflexión general puede ayudarnos a entender por qué han vuelto las «berradas» a colonizar el cauce del Ebro, en el que durante años han estado ausentes, y cuáles pueden ser las causas de una posible proliferación excesiva de las mismas en algunos tramos.

  • Luz: El aumento de la transparencia estival de las aguas del Ebro asociado a la instalación de depuradoras en la inmensa mayoría de las poblaciones de sus riberas es (según nuestra experiencia y la opinión de los técnicos de la Confederación Hidrográfica) la principal causa de la vuelta de las plantas sumergidas al cauce del río. Al alcanzar la luz del sol el fondo del cauce hasta una profundidad de aproximadamente un metro, los macrófitos sumergidos que se desarrollan desde el mismo han podido instalarse en las zonas no muy profundas. Hasta hace 5 años la turbidez de origen orgánico (digestión de los vertidos no depurados) impedía que la luz alcanzara el fondo, y predominaban las algas y diatomeas microscópicas que se desarrollaban «nadando» en las propias aguas, lo cual les daba un característico color verdoso (que todavía se mantiene, pero en una intensidad mucho menor tal y como es natural en un tramo medio de un gran río). Es precisamente la existencia de crecidas invernales y primaverales con gran turbidez de origen inorgánico (arcillas y arenas arrastradas por la lluvia y las corrientes) la que limita la supervivencia de las plantas durante los periodos en que estas acontecen, frenando un mayor desarrollo de las berradas hacia zonas más profundas por rebrotes a partir de sus raíces.
  • Agua: Todas las plantas necesitan agua, pero en el caso de los macrófitos sumergidos lo requisitos son muy concretos… Las berradas deben estar completamente sumergidas, si bien no parecen desarrollarse cuando la columna de agua sobre ellas es de más de un metro (pese a una mayor transparencia de las aguas, este espesor parece filtrar la luz más allá de la que las plantas necesitan para su crecimiento). Esto condiciona que las berradas aparezcan rápidamente al final de la primavera distribuidas en las zonas del cauce donde la profundidad es menor a 1.20 metros según nuestras observaciones directas (pala batimétrica;-). Desde la última crecida de la primavera el caudal se fija artificialmente en unos constantes 30m3/s (fijados como caudal «de dilución» en la época en que los vertidos no se depuraban, hace ya bastantes años), por lo que la zona del cauce con luz es siempre la misma y las berradas la colonizan totalmente… e incluso rebrotan a partir de sus raíces para ir colonizando zonas cada vez más profundas, lo que en el Bajo Ebro catalán ha provocado una completa colonización del cauce (allí el caudal se mantiene a 100m3/s todo el verano por diluir la aportación térmica de la central nuclear de Ascó). Las condiciones naturales en el Ebro durante el verano eran mucho más variables, e incluían estiajes severos que hacían migrar y reducirse la zona «fótica» o con luz en el fondo del cauce, lo que suponía la erradicación de las berradas en amplias zonas. También las pequeñas puntas de caudal turbio supondrían un notable estrés a las plantas sumergidas, limitando su desarrollo… es muy probable que las plantas sumergidas tuvieran un menor desarrollo casi todos los veranos, y la forma más natural de lograr evitar la probablemente mayor profusión actual sería recuperar las oscilaciones que de manera natural se producían en el caudal Ebro (p.e. en lugar de 30m3/s siempre, una semana a 20m3/s y otra a 40m3/s…).
  • Nutrientes: Si bien se ha avanzado radicalmente en el tratamiento de los vertidos puntuales provenientes de poblaciones e industrias, y también se ha mejorado en la disminución de los aportes de nutrientes provenientes de manera difusa de la actividad agrícola, la disminución de estos últimos constituye todavía un gran reto para la calidad hidroquímica de los ríos europeos, incluyendo obviamente al Ebro. Una mayor implantación de «Buenas prácticas agrícolas» y la recuperación de humedales ribereños (capaces de desnitrificar las aguas subterráneas o superficiales que los atraviesan) contribuiría probablemente a una menor velocidad y vivacidad en el desarrollo de las berradas…

Dicho esto, hay que recordar que las diferentes especies de macrófitos sumergidos que se conocen popularmente como algas o «berradas» son especies autóctonas que seguirán poblando nuestros cauces (a menos que la calidad del agua se vuelva a degradar, lo cual no es ni deseable ni previsible actualmente), al igual que la mosca negra o «rendilla»… Así que toca aprender a convivir con ellas, que no es en absoluto difícil ni necesariamente incluye soportar molestas picaduras, disfrutar de una calidad ambiental cada día mejor en nuestros ríos, y exigir que el proceso de mejora siga avanzando en pos del óptimo uso recreativo de los valores ecológicos de nuestro Río Ebro.

Nuestra postura, basada en la experiencia fluval directa y continuada durante más de 8 temporadas y en los datos de calidad hidorquímica de las redes de control de la Confederación Hidrográfica del Ebro, contrasta con la de otros colectivos relacionados con el uso ambiental y recreativo del río. En esta «carta al director» reflexionamos sobre las posibles causas de esta disparidad de opiniones.